Los proyectos presentados se enfocan en: Inversiones motivadas para la atención de la demanda eléctrica (para obtener una mayor capacidad del sistema y poder atender incremento de consumos y/o conexión de nuevos clientes tanto en la zona urbana como en la zona rurales), inversiones no motivadas por la atención de la demanda eléctrica (sin obtener una mayor capacidad del sistema) y otros proyectos que, aunque no se originan por el crecimiento de la demanda requieren de la instalación de nuevos activos y nueva infraestructura en el sistema (ver detalle en Tabla 1). Dentro de esta última clasificación se encuentran los equipos y redes, la infraestructura contemplada en los planes de mejoramiento de la calidad del servicio y de sostenimiento de las pérdidas de energía eléctrica en el sistema, apuntándole al cumplimiento de las metas definidas por la CREG.